La diabetes en las personas mayores

La diabetes es una enfermedad grave, y afecta a muchos adultos mayores. Las personas desarrollan diabetes cuando la glucosa en la sangre, también conocida como azúcar en la sangre, es demasiado alta. Lo bueno es que hay medidas que una persona puede tomar para retrasar o prevenir la diabetes tipo 2, que es la forma más común de la enfermedad que se desarrolla en los adultos mayores. Si la persona ya tiene diabetes, hay medidas que puede tomar para controlar la afección y prevenir problemas de salud relacionados con la diabetes.

¿Qué es la diabetes?

El organismo transforma muchos de los alimentos que consumimos en azúcar, llamada glucosa, y esta nos proporciona energía. Para usar la glucosa como energía, el organismo necesita insulina, una hormona que ayuda a que la glucosa ingrese a las células. Si un paciente tiene diabetes, es posible que su organismo no produzca suficiente insulina, que no use la insulina de manera correcta, o ambas cosas. Eso puede causar un exceso de glucosa en la sangre, lo que con el tiempo puede generar problemas de salud. El médico de familia puede referirlo a un médico especialista en la atención de pacientes con diabetes, llamado endocrinólogo. A menudo, el médico de familia trabajará directamente con el paciente para controlar la diabetes.

Tipos de diabetes

Hay dos tipos principales de diabetes.

  • En la diabetes tipo 1, el organismo no produce insulina. Aunque los adultos mayores pueden desarrollar este tipo de diabetes, con mayor frecuencia comienza en niños y adultos jóvenes, que luego tienen diabetes de por vida.
  • En la diabetes tipo 2, el organismo no produce ni usa bien la insulina y es el tipo de diabetes más común. Ocurre con mayor frecuencia en adultos de mediana edad y mayores, pero también puede afectar a los niños. La probabilidad de tener diabetes tipo 2 es mayor si la persona tiene sobrepeso, se mantiene inactiva o tiene antecedentes familiares de diabetes. Las mujeres con antecedentes de diabetes gestacional (un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo) también tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante en la vida.

La diabetes puede afectar muchas partes del organismo. Es importante controlar la diabetes porque, con el tiempo, puede causar problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, enfermedades renales, problemas oculares y daños a los nervios que pueden resultar en amputaciones. Además, las personas con diabetes tipo 2 pueden correr un riesgo mayor de desarrollar cáncer y la enfermedad de Alzheimer.

¿Qué es la prediabetes?

Millones de personas en los Estados Unidos de edad avanzada tienen “prediabetes”. Esto significa que las concentraciones de glucosa son más altas de lo normal, pero no lo suficientemente altas para diagnosticarlas como diabetes. Las personas con prediabetes tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 y de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral.

Si un paciente tiene prediabetes, hay cosas que puede hacer para prevenir o retrasar la diabetes tipo 2. Adelgazar puede ayudar, y comer sano y mantenerse físicamente activo puede hacer una gran diferencia. El paciente debe trabajar con el médico para establecer un plan que le ayude a elegir alimentos más saludables y a hacer ejercicio regularmente. Además, debe obtener ayuda para dejar de fumar (si es que fuma), porque los que fuman tienen más probabilidad que los que no fuman de desarrollar diabetes tipo 2. Debe asegurarse de preguntar con qué frecuencia debe revisarse las concentraciones de glucosa. El médico también puede hablar con el paciente acerca de tomar medicamentos para retrasar o prevenir la diabetes tipo 2.

Síntomas de la diabetes tipo 2

Los síntomas de la diabetes tipo 2 pueden incluir sentirse cansado, tener más hambre o sed, adelgazar sin intentarlo, orinar con frecuencia o tener problemas de la vista, como visión borrosa. Las personas también pueden desarrollar infecciones en la piel o curarse muy lentamente de las cortaduras y moretones. Es posible que algunas personas con diabetes tipo 2 no se den cuenta de que la tienen porque los síntomas a menudo se desarrollan lentamente y pasan desapercibidos. A veces, los adultos mayores descartan esos síntomas porque los consideran “parte del envejecimiento”, pero pueden ser signos de un problema grave. Las personas deben consultar con el médico si tienen alguno de esos síntomas.

Pruebas para detectar la diabetes

Los médicos usan varios análisis de sangre para ayudar a diagnosticar la diabetes:

  • Prueba aleatoria de glucosa plasmática—administrada en cualquier momento del día
  • Prueba A1C—administrada en cualquier momento del día; indica la concentración promedio de glucosa durante los últimos 3 meses
  • Prueba de glucosa plasmática en ayunas—administrada después de que la persona no ha comido por un periodo de por lo menos 8 horas
  • Prueba oral de tolerancia a la glucosa—administrada después de que la persona ha ayunado durante la noche y luego nuevamente 2 horas después de que ha tomado una bebida azucarada (esta prueba no se usa regularmente para la diabetes tipo 2).

Es posible que el médico quiera que una prueba de diabetes se haga dos veces antes de formular un diagnóstico.

El control de la diabetes tipo 2

Muchas personas con diabetes tipo 2 pueden controlar sus concentraciones de glucosa en la sangre con tan solo dieta y ejercicio. Otras pueden necesitar pastillas para la diabetes o inyecciones de insulina, junto con medicamentos para controlar otras afecciones como la presión arterial alta y el colesterol alto. Con el tiempo, una persona con diabetes puede necesitar tanto cambios en el estilo de vida como medicamentos.

Una vez que se ha diagnosticado la diabetes, un equipo de atención médica trabajará con el paciente para crear un plan de control de la enfermedad. El plan se basará en el estilo de vida, preferencias, objetivos de salud y otras afecciones de salud que el paciente tenga.

Como parte del plan, el médico puede recetarle al paciente uno o más medicamentos. Otros profesionales de atención médica también pueden estar involucrados. Por ejemplo, un educador sobre la diabetes puede ayudarle al paciente a entender la enfermedad y brindarle apoyo a medida que realiza cambios en su estilo de vida para controlar la diabetes. Un dietista puede ayudarle con la planificación de las comidas y un entrenador de ejercicios puede ayudarle a ponerse más activo físicamente.

La diabetes y la salud del cerebro

Si un paciente tiene diabetes, el médico puede examinarlo para detectar si tiene depresión o deterioro cognitivo. Los adultos mayores con diabetes corren un riesgo mayor de sufrir estas afecciones, en comparación con otras personas de su edad que no tienen diabetes. Tener depresión o deterioro cognitivo puede dificultar el autocuidado de la diabetes.

El plan de control de la diabetes le indicará al paciente cómo:

  • Mantener un registro de las concentraciones de glucosa. Las concentraciones muy altas de glucosa (conocidas como hiperglucemia) o las concentraciones muy bajas de glucosa (conocidas como hipoglucemia) pueden ser peligrosas para la salud. El plan indicará con qué frecuencia un paciente debe revisarse la concentración de glucosa y con qué frecuencia debe hacerse la prueba A1C. Si está controlando la diabetes sin tomar insulina, es posible que el paciente no tenga que revisarse la glucosa con tanta frecuencia.
  • Elegir alimentos saludables. Los alimentos que un paciente consume afectan las concentraciones de glucosa, por lo que es importante saber qué comidas son mejores, y cuánto y cuándo debe comer. Si tiene sobrepeso, debe trabajar con el equipo de atención médica para elaborar un plan que le ayude a adelgazar.
  • Mantenerse activo. Caminar y otras formas de ejercicio diario pueden ayudar a mejorar las concentraciones de glucosa en las personas mayores con diabetes. El paciente debe establecer una meta para ser más activo la mayoría de los días de la semana y elaborar un plan para mantenerse físicamente activo que se ajuste a su vida y que pueda cumplir. El equipo de atención médica puede ayudarle.
  • Tomar sus medicamentos. El paciente debe tomar sus medicamentos según lo indicado, incluso cuando se siente bien. Debe informarle al médico si tiene efectos secundarios o si no tiene dinero para pagar los medicamentos, y también si tiene problemas para tomar los medicamentos o mantener correctamente el horario de los medicamentos.

Estas son algunas maneras de mantenerse sano cuando tiene diabetes:

  • Controle la presión arterial. Hágase revisiones de la presión arterial frecuentemente.
  • Controle el colesterol. Por lo menos una vez al año, hágase un análisis de sangre para revisar sus concentraciones de colesterol y triglicéridos. Las concentraciones altas pueden aumentar su riesgo de desarrollar problemas cardíacos.
  • Deje de fumar. Fumar aumenta su riesgo de desarrollar muchos problemas de salud, incluso ataques cardíacos y derrames cerebrales.
  • Hágase exámenes anuales de los ojos. Descubrir y tratar los problemas de los ojos a tiempo puede ayudar a mantenerlos sanos.
  • Hágase exámenes anuales de los riñones. La diabetes puede afectar los riñones. Los análisis de orina y de sangre indicarán si sus riñones están bien.
  • Vacúnese contra la gripe todos los años y vacúnese contra la neumonía. Una vacuna anual contra la gripe le ayudará a mantenerse sano. Si tiene más de 65 años, asegúrese de haberse vacunado contra la neumonía. Si tenía menos de 65 años cuando recibió la vacuna contra la neumonía, pregúntele al médico si es posible que necesite otra.
  • Cuide sus dientes y encías. Cepíllese los dientes y use hilo dental todos los días. Acuda al dentista dos veces al año para revisarse los dientes y las encías y evitar problemas graves.
  • Proteja su piel. Mantenga la piel limpia y use cremas suavizantes para evitar la sequedad. Cuide las pequeñas cortaduras y moretones para prevenir infecciones.
  • Revise sus pies. Tome tiempo para revisarse los pies todos los días y ver si tiene áreas enrojecidas. Pídale a alguien que le revise los pies si usted no puede hacerlo. Si tiene llagas, ampollas, cortes en la piel, infecciones o acumulación de callosidades, consulte con un médico especialista en el cuidado de los pies, llamado podólogo.
  • Manténgase al día con las pruebas de detección del cáncer. Pregúntele al médico qué pruebas de detección debe hacerse según su edad, sexo y otros factores de riesgo.
  • Hable con el médico acerca de sus inquietudes. Si cree que podría necesitar ayuda con su plan de control, está deprimido, le preocupa su memoria o tiene alguna otra inquietud, hable con el médico. Puede haber formas de ayudarle.

Por lo menos una vez al año, el equipo de atención médica evaluará qué tan bien está controlando su diabetes. Es posible que su plan de control necesite cambios, o quizás usted necesite más información y apoyo. Un cambio en la salud, como un nuevo diagnóstico o complicación, o un cambio en la atención médica, como irse a casa después de una estadía en el hospital, también puede provocar cambios en su plan de control de la diabetes.

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