Muchas personas hacen suposiciones sobre el envejecimiento, sobre cómo es “envejecer” y sobre cómo les afectará la edad avanzada. Pero a medida que envejecemos, es importante comprender los aspectos positivos del envejecimiento, así como sus desafíos. Las investigaciones han demostrado que la mayoría de las personas pueden ayudar a preservar su salud y movilidad a medida que envejecen adoptando o manteniendo hábitos y estilos de vida saludables. Siga leyendo para conocer 10 conceptos erróneos comunes relacionados con el envejecimiento y los adultos mayores.
- ¿Son normales la depresión y la soledad en los adultos mayores?
La depresión no es una parte normal del envejecimiento. Sin embargo, a medida que las personas envejecen, algunas pueden sentirse aisladas y solas. Esto puede generar sentimientos de depresión, ansiedad y tristeza. Los sentimientos persistentes de depresión y soledad pueden provocar un deterioro del funcionamiento físico y mental. Estos sentimientos no son normales y no deben tratarse como tales.
Envejecer puede traer muchos beneficios emocionales, como relaciones duraderas con amigos y familiares y una vida de recuerdos para compartir con seres queridos. De hecho, algunos estudios muestran que los adultos mayores tienen menos probabilidades de sufrir depresión que los adultos jóvenes. Sin embargo, es importante saber que los adultos mayores con depresión pueden tener síntomas menos obvios o ser menos propensos a hablar sobre sus sentimientos. La depresión es un trastorno del estado de ánimo común y potencialmente grave, pero existen tratamientos que son eficaces para la mayoría de las personas.
- ¿Las personas necesitan dormir menos a medida que envejecen?
Los adultos mayores necesitan dormir la misma cantidad de horas que el resto de los adultos: de siete a nueve horas cada noche. Sin embargo, la calidad y la cantidad del sueño pueden disminuir con la edad. A los adultos mayores les puede resultar más difícil conciliar el sueño y permanecer dormidos. Dormir lo suficiente puede ayudar a la mayoría de las personas a mantenerse sanas y alertas. Dormir lo suficiente también puede ayudar a reducir el riesgo de caídas, mejorar el bienestar mental general y tener muchos otros beneficios.
- ¿Pueden los adultos mayores todavía aprender cosas nuevas?
¡Sí! Los adultos mayores aún tienen la capacidad de aprender algo nuevo, crear nuevos recuerdos y mejorar su desempeño en una variedad de habilidades. Si bien el envejecimiento suele traer consigo cambios en el pensamiento, muchos cambios cognitivos son positivos, como tener más conocimiento y perspectiva a partir de una vida de experiencias. Probar y aprender nuevas habilidades puede incluso mejorar las capacidades cognitivas. Por ejemplo, un estudio descubrió que los adultos mayores que aprendieron a hacer acolchados o a hacer fotografía digital habían mejorado su memoria. Buscar nuevas conexiones sociales con otras personas y participar en actividades sociales, como una clase de baile o un club de lectura, puede mantener activo el cerebro y también puede mejorar la salud cognitiva.
- ¿Es inevitable que las personas mayores desarrollen demencia?
No, la demencia no es una parte normal del envejecimiento. Aunque el riesgo de demencia aumenta a medida que las personas envejecen, no es inevitable, y muchas personas viven hasta los 90 años y más sin los deterioros significativos en el pensamiento y el comportamiento que caracterizan a la demencia. Aproximadamente un tercio de las personas mayores de 85 años desarrollan algún tipo de demencia, lo que significa que aproximadamente dos tercios no la desarrollan. Olvidar ocasionalmente una cita o perder las llaves son signos típicos de olvido leve, que es una parte común del envejecimiento normal. Sin embargo, hable con un médico si tiene inquietudes sobre su memoria y pensamiento, o nota cambios en su comportamiento y personalidad. Estos problemas pueden tener una variedad de causas diferentes, algunas de las cuales son tratables o reversibles. Encontrar la causa es importante para determinar los mejores pasos a seguir.
- ¿Deben los adultos mayores evitar el ejercicio y la actividad física para no lesionarse?
El ejercicio y la actividad física pueden ser buenos para la salud de una persona a cualquier edad. A medida que las personas envejecen, pueden pensar que el ejercicio puede hacer más daño que bien, especialmente si tienen una enfermedad crónica. Sin embargo, los estudios muestran que la mayoría de las personas tienen mucho más que ganar siendo activas, y mucho que perder si permanecen demasiado tiempo sentadas. A menudo, el sedentarismo o la inactividad son más culpables que la edad, cuando los adultos mayores pierden la capacidad de hacer cosas por sí solos.
Casi cualquier persona, de cualquier edad y con la mayoría de las condiciones de salud, puede participar en algún tipo de ejercicio o actividad física. De hecho, el ejercicio y la actividad física pueden ayudar a controlar algunas enfermedades crónicas. Mantenerse activo puede ser excelente para la salud mental y física de una persona. Se ha demostrado que el Tai Chi y otras prácticas de movimiento mente-cuerpo similares mejoran el equilibrio y la estabilidad en los adultos mayores, lo que puede ayudar a mantener la independencia y prevenir las caídas. El entrenamiento de resistencia, como el uso de bandas de ejercicio, también es una forma eficaz de desarrollar los músculos y reducir el riesgo de caídas.
- Si un miembro de mi familia tiene la enfermedad de Alzheimer, ¿yo también la desarrollaré?
La probabilidad de que una persona desarrolle la enfermedad de Alzheimer puede ser mayor si tiene antecedentes familiares de demencia, ya que se sabe que algunas variantes genéticas aumentan el riesgo. Sin embargo, tener un padre u otro familiar cercano con Alzheimer no significa necesariamente que una persona desarrollará la enfermedad. Infórmese sobre sus antecedentes familiares de salud y hable con su médico sobre cualquier inquietud que tenga.
En la mayoría de los casos, el riesgo de padecer Alzheimer de una persona depende de una combinación de factores, incluidos los efectos de múltiples genes. Los factores ambientales, de estilo de vida y de salud (como la hipertensión, el ejercicio, la dieta, la exposición a contaminantes y el tabaquismo) también pueden afectar el riesgo de una persona. Si bien los genes heredados están fuera de control, las personas pueden tomar medidas para mantenerse saludables a medida que envejecen, como hacer ejercicio con regularidad, controlar la presión arterial alta y no fumar.
- Ahora que soy mayor, ¿tendré que dejar de conducir?
No necesariamente. Con la edad pueden producirse cambios físicos y cognitivos que afecten a la capacidad de una persona para conducir. Estos pueden incluir reacciones más lentas, disminución de la visión o la audición y reducción de la fuerza o la movilidad. Sin embargo, no todas las personas experimentan estos cambios y pueden seguir estando seguras al volante en sus últimos años. A medida que la población estadounidense envejece, la cantidad de adultos mayores con licencia en la carretera seguirá aumentando.
En 2020, había 48 millones de conductores con licencia mayores de 65 años, un aumento del 68 % con respecto al año 2000. La cuestión de cuándo es el momento de limitar o dejar de conducir no debería tener que ver con la edad, sino con la capacidad de uno para conducir de forma segura. Este artículo puede ayudar a determinar si usted o un ser querido necesita limitar o dejar de conducir. Hable con su médico sobre cualquier inquietud relacionada con la salud y la conducción.
- ¿La osteoporosis es un problema sólo de mujeres?
No, aunque la osteoporosis (una enfermedad que hace que los huesos sean más frágiles y propensos a romperse) es más común en las mujeres, esta enfermedad también afecta a los hombres y podría estar infradiagnosticada. Si bien los hombres pueden no tener la misma probabilidad de tener osteoporosis porque comienzan con una densidad ósea más alta que las mujeres, uno de cada cinco hombres mayores de 50 años tendrá una fractura relacionada con la osteoporosis. A los 65 o 70 años, los hombres y las mujeres pierden masa ósea al mismo ritmo.
Muchos de los factores que ponen en riesgo a los hombres son los mismos que a las mujeres, entre ellos, los antecedentes familiares, la falta de calcio o vitamina D y la falta de ejercicio con pesas. Los niveles bajos de testosterona, el exceso de alcohol, el consumo de determinados medicamentos y el tabaquismo son otros factores de riesgo.
- ¿Soy demasiado mayor para dejar de fumar?
No importa la edad que tengas o el tiempo que lleves fumando, dejar de fumar en cualquier momento mejora tu salud. Los beneficios de dejar de fumar pueden incluir menos enfermedades como resfriados y gripe, respirar con más facilidad y tener más energía.
Algunos de los beneficios de dejar de fumar son casi inmediatos. En pocas horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre comienza a disminuir y, en pocas semanas, la circulación mejora y la función pulmonar aumenta. Con el tiempo, dejar de fumar también puede reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, dejar de fumar reduce el riesgo de cáncer, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y enfermedad pulmonar. Dejar de fumar también reducirá los riesgos relacionados con la exposición al humo de segunda mano para otros miembros de la familia o cuidadores en el hogar. Nunca es demasiado tarde para cosechar los beneficios de dejar de fumar y dar un ejemplo saludable a su familia y amigos.
- Si mi presión arterial baja, ¿puedo dejar de tomar mi medicación?
La presión arterial alta es un problema muy común en los adultos mayores, especialmente en aquellos que tienen entre 80 y 90 años, y puede provocar problemas de salud graves si no se trata adecuadamente. Si toma medicamentos para la presión arterial y su presión arterial baja, significa que el medicamento está funcionando. Sin embargo, es muy importante continuar el tratamiento a largo plazo. Si deja de tomar el medicamento, su presión arterial podría aumentar nuevamente, lo que aumenta el riesgo de problemas de salud como accidente cerebrovascular y enfermedad renal. Asegúrese de controlar su presión arterial regularmente y trabaje con su médico para ayudar a mantenerla bajo control.