Desde el nacimiento hasta los primeros años de la infancia, casi todos los padres están familiarizados con el hecho de que se requiere que su hijo pequeño reciba la mayor cantidad de vacunasen el menor tiempo posible, principalmente para reducir las enfermedades infecciosas y mortales. Sin embargo, la mayoría de los padres hoy en día, se niegan a vacunar a su hijo, ya sea por el temor científicamente infundado de que el niño desarrolle autismo o por el dolor que el niño debe sufrir cada vez que se inyecta la vacuna.
Irónicamente, no es la elección “personal” de los padres vacunar o no a sus hijos. Aquellos que eligen no vacunar a menudo son estereotipados y castigados por poner en riesgo a sus propios bebés. Científicamente, es de suma importancia vacunar a los niños, y no solo una, sino muchas veces de acuerdo con los requisitos establecidos en el calendario de vacunación de la familia. ¿Qué pasaría si solo hubiera una vacuna que el niño tuviera que tomar? ¡Uno y listo!
MIT al rescate: Múltiples vacunas en una sola inyección
Bueno, gracias a una tecnología muy solicitada desarrollada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), los investigadores ahora están combinando todas las vacunas esenciales para los niños en una sola inyección. Además, esta innovadora tecnología de vacunación infantil se creó mediante impresión 3D., que administra múltiples dosis de medicamentos con una sola inyección.
Estas nuevas vacunas inicialmente estarán encerradas en minúsculas cápsulas que se asemejan a pequeñas tazas de café, como se describe en MIT News.Estas copas se desarrollan utilizando el método de fabricación 3D, y las partículas están hechas de polímerosbiodegradables y aprobados por la FDA.Estos vasos pueden llenarse con dosis de múltiples medicamentos o vacunas y envolverse con una tapa y luego inyectarse en un paciente.
Más tarde, estas copas se biodegradan a velocidades predeterminadas, liberando los medicamentos en el sistema del paciente de acuerdo con un programa específico.Este invento innovador dará como resultado una disminución drástica en la cantidad de veces que un niño termina siendo vacunado, sin dejar de recibir todas las vacunas designadas.Además, las vacunas se administrarán con precisión en el momento recomendado, sin que el niño sufra el trauma de recibir una dolorosa inyección.
Las partículas se probaron con éxito en ratones y los investigadores descubrieron que liberan su contenido a los 9, 20 y 41 días después de la inyección.Ninguna de estas partículas se filtró antes del tiempo programado de liberación.
“Estamos muy entusiasmados con este trabajo.Por primera vez, podemos crear una biblioteca de diminutas partículas de vacuna encerradas, cada una programada para liberarse en un momento preciso y predecible, de modo que las personas podrían recibir una sola inyección que, de hecho, tendría múltiples refuerzos ya incorporados”, dijo el profesor del MIT Robert Langer, quien dirigió este estudio.
