Científicos descubren por qué la aspirina funciona tan bien

Las últimas investigaciones revelan cómo el fármaco aborda la inflamación y la respuesta inmunitaria

La aspirina podría tener implicaciones potenciales para la inmunoterapia contra el cáncer, según han descubierto los científicos.

La aspirina, un fármaco antiinflamatorio de uso común, ha estado disponible durante más de un siglo, pero los científicos aún están descubriendo nueva información sobre cómo funciona.

Los investigadores han hecho importantes descubrimientos sobre el mecanismo de acción de la aspirina y su efecto sobre la inflamación y la respuesta inmunitaria.

El equipo, dirigido por el profesor Subhrangsu Mandal de la Universidad de Texas en Arlington, descubrió que la aspirina inhibe la enzima ciclooxigenasa (COX), que desempeña un papel fundamental en la respuesta inflamatoria.

Como explicó Prarthana Guha, estudiante de posgrado en el laboratorio del profesor Mandal: “La aspirina controla los factores de transcripción necesarios para la expresión de citocinas [moléculas de señalización que regulan la respuesta inmunitaria y la inflamación] durante la inflamación, al mismo tiempo que influye en muchas otras proteínas inflamatorias y ARN no codificantes que están críticamente vinculados a la inflamación y la respuesta inmune.”

La aspirina ralentiza la descomposición del aminoácido triptófano en quinurenina [un metabolito de un aminoácido] al inhibir las enzimas llamadas indoleamina dioxigenasas (IDO). Esto es importante porque el metabolismo del triptófano es fundamental para la inflamación y la respuesta inmunitaria.

Al regular a la baja la expresión de IDO1 y la producción de quinurenina durante la inflamación, la aspirina puede tener implicaciones potenciales para las inmunoterapias contra el cáncer.

“Dado que la aspirina es un inhibidor de la COX, esto sugiere una posible interacción entre la COX y la IDO1 durante la inflamación”, dijo el profesor Mandal.

Los efectos secundarios nocivos, como hemorragia interna y daño de órganos, se han relacionado con el uso prolongado de aspirina.

El profesor Mandal y su equipo creen que comprender cómo funciona la aspirina puede conducir al desarrollo de medicamentos más seguros con menos efectos secundarios.

Actualmente están explorando el uso potencial de pequeñas moléculas que modulan el eje COX-IDO1 como fármacos antiinflamatorios y agentes inmunoterapéuticos.

Estos hallazgos podrían allanar el camino para alternativas más seguras a la aspirina y nuevas terapias para el cáncer y otras enfermedades.

“Este trabajo ha requerido un equipo interdisciplinario único con experiencia en biología de señalización de inflamación y química orgánica”, dijo el profesor Mandal.

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