Una forma innovadora de tai chi que combina acertijos y desafíos mentales con los movimientos físicos tradicionales mejoró la cognición en adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Los resultados del estudio financiado por el NIA se publicaron en Annals of Internal Medicine .
El Tai Chi es una “meditación en movimiento” con orígenes en China que implica mover el cuerpo de forma lenta, suave y precisa, mientras se respira profundamente. Un equipo de investigación dirigido por científicos del Instituto de Investigación de Oregón se basó en estudios anteriores que mostraban que el tai chi ayudaba a las personas con enfermedad de Parkinson a mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.
En el nuevo estudio, 304 participantes de 65 años o más con deterioro cognitivo leve se dividieron en tres grupos para participar dos veces por semana en una clase de ejercicio virtual en sus hogares durante seis meses. Un grupo hizo únicamente ejercicios de estiramiento; el segundo, una forma tradicional de tai chi; y el tercero, un programa de tai chi mejorado cognitivamente. Para el tai chi mejorado cognitivamente, los instructores involucran y desafían mentalmente a los participantes durante sus movimientos físicos, pidiéndoles que realicen tareas como deletrear palabras hacia adelante y hacia atrás.
Ambos grupos de tai chi mostraron mayores mejoras en las puntuaciones de las pruebas cognitivas en comparación con el grupo que solo hizo estiramientos. El grupo de tai chi tradicional aumentó los puntajes de las pruebas en 1,5 puntos, y el grupo de tai chi mejorado cognitivamente aumentó sus puntajes en casi tres puntos.
Los grupos de tai chi también obtuvieron puntuaciones más altas en las pruebas de caminata de doble tarea que el grupo de estiramiento. Una prueba de caminata de doble tarea mide cuánto se ralentiza la marcha de una persona con zancadas más cortas cuando realiza dos tareas al mismo tiempo. Se está estudiando una velocidad de marcha más lenta en tareas duales como posible advertencia temprana de cambios cognitivos relacionados con la edad.
Los investigadores ven estos hallazgos como evidencia prometedora de que el tai chi, especialmente la versión mejorada cognitivamente, puede ser una opción de intervención asequible para personas con deterioro cognitivo leve. Señalan que el estudio no incluyó un grupo de control de personas que no hacían ejercicio, pero esperan incorporarlo en futuros estudios ampliados.