Valter Longo lleva años estudiando los beneficios del ayuno. El bioquímico empezó a investigarlo como una manera de propiciar la longevidad, pero más tarde comprobó que también tenía implicaciones en el tratamiento del cáncer. En sus últimas investigaciones, Longo, uno de los mayores expertos del mundo en medicina tumoral, afirma que el ayuno o una dieta baja en calorías que replica los efectos del ayuno logra debilitar las células cancerígenas, el sistema inmune se refuerza y el cuerpo está más preparado para poder superar la enfermedad.
Para el bioquímico, director del Instituto de Longevidad de la Universidad del Sur de California (USC), el tratamiento del cáncer necesita otro planteamiento en el que los oncólogos deben recibir el apoyo de otros equipos multidisciplinares que puedan abordar los aspectos colaterales de la enfermedad. De todo ello habla en su último libro ‘El ayuno contra el cáncer’ (Grijalbo), donde recoge sus casi 20 años de investigación.
“El ayuno solo se puede hacer una única manera, que es de 12 a 13 horas por la noche. Solo hay que beber agua en ese periodo y ya está. O ni siquiera beber. Si lo utilizamos como medicina, tenemos que identificar qué más podemos hacer y quizás lo más prometedor es la dieta que imita el ayuno hecha varias veces al año: una dieta de cinco días hecha 12 veces al año sería lo máximo”, explica.
De acuerdo con el ‘gurú’ de la alimentación antiedad, se ha visto que esta práctica consigue reducir el colesterol, la presión arterial, la glucosa de ayuno, la inflamación… Sobre todo, en las personas que tienen altos niveles de todo esto. “Si alguien tiene una glucosa de ayuno de 80, no vemos que se reduzca. Tampoco queremos que baje más. El ayuno es resetear el sistema para que pueda funcionar mejor. Cuanto más estudiamos el ayuno y la dieta que imita el ayuno, más nos reafirmamos en que esto es un proceso evolutivo para hacer este reseteo del sistema. Antes, la gente no podía no ayunar, era inevitable. Había que hacer ayuno. Luego, la evolución nos ha permitido hacer muchas otras cosas, por ejemplo, en el verano acumular grasas para sobrevivir al invierno. El ayuno hace que se pueda acumular y que los músculos quemen la insulina, por ejemplo”.
Respecto a si el cáncer es una enfermedad mayormente asociada a la vejez y estamos programados para tener cáncer al envejecer, el especialista aclara que no estamos programados para tener cáncer. “Hay una cierta posibilidad de que el cáncer esté ahí para matarnos a todos, pero tener un programa conlleva un propósito: el propósito de acabar con nosotros. No creo que haya un programa. Lo que sí creo es que el cáncer es el resultado de que llegas a una cierta edad, envejeces más rápidamente de lo que deberías por un estilo de vida no adecuado, una alimentación no adecuada y, por eso, hay más cánceres que antes. Por ejemplo, mucha proteína animal, muchos azúcares, mucha comida basura, la obesidad… Todas estas cosas, en conjunto, hacen que haya más cáncer. Aparte de esto, las sustancias cancerígenas, la exposición a la contaminación y a las toxinas que están en la comida o el aire”.
Según Valter Longo, la dieta que propone es casi vegetariana, con gran cantidad de pescado y vegetales, limitando mucho los productos de origen animal y los azúcares.