Retinopatía diabética, principal causa de ceguera en México

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Retina, se calcula que en México más de dos millones y medio de personas que viven con diabetes padecen algún grado de retinopatía diabética. De hecho, cualquier persona con diabetes tipo 1 o tipo 2 puede desarrollar este trastorno. Cuanto más tiempo lleve el paciente viviendo con esta condición sin un estricto control en los niveles de glucosa, existe mayor riesgo.

El Dr. Guillermo Salcedo Villanueva, médico oftalmólogo adscrito al servicio de retina de APEC Hospital de la Ceguera, señala que la retinopatía diabética es una enfermedad de lenta progresión. Comienza su desarrollo desde que el paciente presenta diabetes. Debido a su alta prevalencia en México se ha convertido en la principal causa de ceguera en el país.

“Generalmente afecta ambos ojos y suele ser asintomática en sus primeras etapas. Sin embargo, con el tiempo puede empeorar y causar pérdida de la visión. Algunos de los síntomas más frecuentes son: visión borrosa, zonas de la visión oscuras, manchas en el campo visual, y/o destellos de luz”.

Conforme progresa la enfermedad se corre el riesgo de desarrollar Edema Macular Diabético (EMD). Se trata de una inflamación o acúmulo de líquido en la zona central de la retina. La mácula, que a su vez, es la zona donde se capta la mejor visión. Si está inflamada o con edema tiene mal funcionamiento y por lo tanto la visión es borrosa en los pacientes que la padecen.

Actualmente se estima que hasta un 20% de las personas que padecen retinopatía diabética se ven afectados por el EMD, siendo más frecuente en los pacientes con diabetes tipo 2. Esto representa una gran repercusión en la calidad de vida, el entorno social y el desempeño laboral por la alta discapacidad que genera.

La prevención mediante revisiones y el tratamiento oportuno son la clave para los pacientes con retinopatía diabética. Algunas opciones que existen para tratar las complicaciones de esta afección son: procedimientos con láser (fotocoagulación de la retina), con el cual se puede detener la progresión de la enfermedad hacia etapas altamente peligrosas para la vista. También están las inyecciones de medicamentos específicos para revertir el EMD y alterar la evolución de la retinopatía diabética. De igual forma, se encuentran los procedimientos quirúrgicos, los cuales se reservan para las complicaciones tardías como desprendimiento de retina o glaucoma.

En la actualidad, el 80% de los casos de ceguera por retinopatía diabética son prevenibles. Por ello, resulta apremiante que los pacientes acudan con el oftalmólogo al menos una vez al año, para realizarse una revisión oftalmológica completa, y de este modo poder detectar la enfermedad o descartar la presencia de complicaciones.

Para tener una idea del impacto, de los 12.8 millones de mexicanos que padecen diabetes se estima que el 30% desarrollará algún grado de daño ocular. Este padecimiento genera alteraciones en todo el cuerpo y unos de los sentidos más afectados es la visión.

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