Desde hace 25 años, se establecieron el Sistema del Ahorro para el Retiro (SAR) y las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores). Esto modificó el panorama a futuro de los trabajadores mexicanos.
En la actualidad, alrededor de 30% de la población tiene derecho a una pensión, que puede ser de los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) o de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Este porcentaje preocupa no solo a quienes se acercan o pasan los 60 años, sino a quienes están actualmente en el campo laboral.
¿Cuántos adultos mayores hay en México?
El Censo de Población y Vivienda 2022, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mostró que hay 15.1 millones de personas de 60 años o más en México (12% de la población total del país).
De estas, 29% sigue laborando. «47% trabaja por cuenta propia, seguido por quienes son trabajadores subordinados y remunerados (40%)», mencionó la institución en un comunicado.
La realidad está mostrando que, tanto las organizaciones, como los mexicanos debemos centrarnos urgentemente en nuestra pensión, esto antes de ser adultos mayores.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) y el Consejo Nacional de Población (Conapo), se prevé que en 2050 habrá cuatro personas entre 15 y 64 años por cada mexicano mayor de 65 años.
Según un análisis realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), además de la baja cobertura en el tema de pensión para los adultos mayores, hay otros temas a tratar.
- El sistema tiene diversos esquemas, mismos que no están conectados entre sí.
- Debido a que aproximadamente 70% de los mexicanos no cuentan con este beneficio, el gobierno debe realizar diversos programas de asistencia para darles apoyos económicos. Esto presiona las finanzas públicas del país.
- Quienes tengan acceso a una pensión (o que actualmente son adultos mayores y ya cuenta con ella), recibirán menos de lo que perciben con su salario actual.
El IMCO y los especialistas que participaron en ese ejercicio, determinaron que, para solucionar estas deficiencias, es vital integrar los esquemas existentes en la materia y aumentar la cobertura de sistema de pensiones.
«Transitar de un sistema fragmentado a uno unificado y con interconexión clara entre los diferentes esquemas no sólo reduciría el costo al erario en materia de pensiones (al eliminar gastos duplicados entre programas sociales y pensiones); también podría incrementar la cobertura del sistema al mitigar el problema de la informalidad laboral», refirió.