Detectando el alzhéimer en la sangre

Muchas personas mayores constatan con preocupación sus pérdidas de memoria o de facultades mentales, al considerarlas como posibles signos del inicio de una demencia que en realidad no padecen.

Al mismo tiempo, otras deficiencias cognitivas son atribuidas erróneamente durante años a trastornos psicológicos, hasta que finalmente se comprueba que tienen alzhéimer.

En ambos casos, la pregunta es si estos trastornos intelectuales se deben al envejecimiento normal, o a un problema más serio, debatiéndose entre el temor y la necesidad de conocer la respuesta.

Ahora podrán resolver su incertidumbre mediante un test lanzado en Estados Unidos, que ha obtenido la marca CE (CE Mark) de la Unión Europea (UE), y que, según su fabricante, es la primera prueba para esta patología neurológica basada en sangre llevada al mercado.

Proteína delatora de la enfermedad

Una de las evidencias orgánicas de esta enfermedad progresiva, que es la causa más común de demencia, consiste en la acumulación en el cerebro de la proteína beta-amiloide, que se agrupa formando placas y parece tener un efecto tóxico en las neuronas alterando la comunicación entre las células.

Hasta ahora los depósitos cerebrales de esta proteína podían ser detectados mediante una costosa y compleja técnica de diagnóstico por imágenes denominada tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), usada fundamentalmente para el diagnóstico y seguimiento de tumores.

Pero ahora la compañía estadounidense C₂N Diagnostics ha lanzado una prueba alternativa al escáner cerebral PET y más económica: un análisis de sangre que detecta la acumulación de beta-amiloide, ayudando a confirmar o descartar un posible alzhéimer, en las primeras fases de la dolencia, cuando los síntomas cognitivos son leves.

 

El test PrecivityAD mide la concentración en el plasma sanguíneo de dos tipos de partículas amiloides, denominadas 42 y 40 (Aβ42 y Aβ40), y otras formas de una proteína (la apolipoproteína E) que revelan el cociente entre Aβ42 / Aβ40 de un paciente.

Asimismo también revela si tiene un elemento genético (genotipo ApoE) que aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.

Esta información, derivada de una única muestra de sangre, se combina con una fórmula estadística que incluye la edad de la persona, y cuya puntuación sugiere una probabilidad baja, media o alta de tener una acumulación de amiloide en el cerebro, dando una evidencia significativa de las probabilidades de que la persona sufra (o no)  alzhéimer precoz.

Desvelando el deterioro cognitivo

Si el resultado de la prueba coloca al paciente en la categoría de ‘probabilidad baja’ es una razón de peso para buscar otras causas para sus desordenes cognitivos distintas del Alzheimer”, según Randall Bateman, quien dirigió la investigación que condujo a la prueba PrecivityAD, junto a David Holtzman, fundando ambos la compañía C₂N Diagnostics.

 

Bateman y Holtzman son doctores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis (Misuri, EEUU), ciudad donde está la sede de C₂N.

“Hay miles de cosas que pueden hacer que alguien tenga un deterioro cognitivo, desde deficiencias de vitaminas hasta medicamentos”, según Holtzman.

Asimismo, Holtzman no cree que PrecivityAD sea diferente de las pruebas que se hacen ahora, “excepto que se trata de un análisis de sangre en lugar de un escáner cerebral, tampoco preciso al 100 %”, asegura.

Esta prueba de sangre predice el alzhéimer en personas con problemas de memoria y pensamiento. En un estudio se  identificó correctamente el estado de la placa amiloide cerebral en el 86 % de 686 pacientes mayores de 60 años con deterioro cognitivo subjetivo o con demencia, según datos de la compañía.

 

La prueba implica la extracción de una pequeña muestra de sangre que la compañía analiza es su laboratorio mediante una técnica automatizada, llamada espectrometría de masas, y el informe de su resultado se envía al médico (el único que puede encargar el test) en diez días.

Puntaje indicador de demencia

Este test ofrece un puntaje de probabilidad amiloide (APS), para evaluar la probabilidad de placas amiloides en el cerebro, que son “un sello patológico del Alzheimer”, según C₂N.

Un APS bajo (0-36) indica una probabilidad baja de placas amiloides. La ausencia de estas proteínas es incompatible con un diagnóstico de alzhéimer, indicando que hay que investigar otras causas para los síntomas cognitivos de la persona, añade.

Un APS intermedio (37-57) no distingue entre la presencia o ausencia de placas amiloides e indica que puede ser necesaria una evaluación diagnóstica adicional para evaluar las causas subyacentes de los síntomas cognitivos del paciente, informa.

 

Un APS alto (58-100) indica una alta probabilidad de placas amiloides, cuya presencia es consistente con un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer en alguien con deterioro cognitivo, pero por sí sola no es suficiente para un diagnóstico definitivo.

 

Saber que los síntomas de un paciente pueden deberse al alzhéimer puede ayudar a un médico a prescribirle tratamientos para la enfermedad o comportamiento de estilo de vida saludable, que pueden reducir drásticamente su riesgo de demencia dependiendo de la intensidad de los cambios de comportamiento”, según el doctor Joel B. Braunstein, director ejecutivo de C₂N.

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